esquina del overpani
y a punto de oficina
dos o tres minutitos,
con semáforo en contra
y ahí estaba ella
la habían atropellado
pero no perdía la sonrisa
mirando desde el asfalto
el imperdible
le hacía algo de daño
pero no se quejaba
y así fue como la adoptamos
subió a la oficina
en una tarde de verano
desde entonces,
no deja de hacer amigos
No hay comentarios:
Publicar un comentario